Las oficinas y lugares de trabajo están dispuestos en zonas diáfanas con multitud de puestos de trabajo y los despachos que bordean la parte exterior del edificio.
Las zonas diáfanas presentan el inconveniente de la dificultad de concentración por la cantidad de trabajadores ubicados en estas zonas (ruido y paso continuo de personas). Igualmente es necesaria la iluminación artificial con tubos fluorescentes debido a lo insuficiente que resultan los ventanales, con el agravante del sistema de lamas exterior de la fachada que produce cambios bruscos en la luz entrante. Por otra parte el sistema de calefacción y refrigeración de estas zonas deja siempre insatisfecho a mucha gente, principalmente por la falta de homogeneidad de la temperatura entre un puesto de trabajo y otro de la misma zona diáfana. La ventilación se nota escasa, sin existir ventanas con posibilidad de apertura.
Los despachos suelen ser de una o dos personas y están asignados a puestos de trabajo de jefe de Dpto. hacia arriba. En estos despachos es controlable la calefacción y el aire acondicionado. Tienen una ventana con apertura, facilitando la ventilación y aunque existe el problema de las lamas exteriores, la luz natural se puede aprovechar mejor. El ruido es controlable al poder cerrar la puerta del despacho y aislarse de las zonas diáfanas.